jueves, 24 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

Desde hace ya mucho tiempo hay en estas fechas navideñas quien, en virtud de su carácter incoformista, critica el consumismo exacerbado o se pregunta por qué tenemos que ser buenos y amables únicamente en unos pocos días de diciembre en lugar de trasladar al resto del año el espíritu propio de estas fiestas.

La verdad es que quienes toman dicha postura, al final, con el paso del tiempo, se han convertido en otro tópico más de la propia Navidad. Así que son ya casi como un adorno más del árbol, como la estrella o las bolas de colores. Debe ser frustrante terminar siendo absorbido de esa forma...

Para mí, desde mi ateísmo, me alegra que año a año los regalos, turrones y mariscos entierren a la religiosidad de la fiesta. Seguro que la gente recibiría con igual agrado el 25 de diciembre si éste recuperase su auténtica naturaleza de festividad pagana que varias culturas le asignaban. ¿Qué mas da un Belén que representar el nacimiento de los dioses Apolo o Frey? Eso se adapta fácilmente mientras que lo que quede sea la diversión y las cenas.

Y en cuanto a eso de que el espíritu navideño debería impregnar cada día del año... ¡paparruchas! (que diría Dickens a través del Sr. Scrooge). Vamos, ¿qué sociedad estaría capacitada para sobrevivir a una intoxicación de amor y paz universal? ¿Quién querría abrir sonriente las puertas de su casa cada noche a tíos, primos, cuñados y suegras? Yo reivindico la sana costumbre de ser borde, de mirar mal y de, en definitiva, tener mala leche durante el año. Y que la Navidad siga siendo una época de hipocresía y de cinismo, pero que nos haga felices.

Así que eso, ¡feliz Navidad!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Tras un año en silencio, hablemos de la Llingua

Hacía mucho que no actualizaba el blog, casi un año ya, a pesar de que tenía a mucha gente insistiéndome en retomarlo.

Y voy a hacerlo ahora con un tema que ya me ocupó otras fechas navideñas: la llingua asturiana.

Y lo hago porque he visto en un par de webs alguna frase entrecomillada mía que quiero completar para quizá cagarla del todo a ojos de algunas personas pero diciendo lo que quiero.

En primer lugar deseo explicar que participé el pasado 11 de diciembre en un debate al estilo de "59 segundos" dentro de las jornadas de Alderique que organizó el Conseyu de la Mocedá d'Uviéu y en el que varias personas jóvenes hablamos de la llingua, el botellón, la crisis, igualdad...

En segundo lugar, un enlace a la web por donde me enteré de que se hacía alusión a un comentario mio, Menéame. Por cierto, me resulta extraño que una web de noticias como Asturnews no realice el ejercicio básico de confirmar la información. Es decir, yo hice una intervención y en base a un resumen que una de las organizaciones presentes hizo del debate, Asturnews publicó mi entrecomillado. La próxima vez pueden hacer lo mismo pero siendo yo mismo quien les facilite la frase polémica.

En lo referente a la oficialidá de la llingua defendí la posición del PSOE y de las Juventudes Socialistas, puesto que ésa es mi obligación como representante en Oviedo de la Organización juvenil. Es decir, defendí la ley de uso y promoción del asturiano comentando, eso sí, que debería aplicarse al 100%. Mi postura personal es, por otra parte, favorable a la oficialidá y así lo he dicho ya en otras ocasiones en este blog, y así lo he defendido a través de los mecanismos democráticos internos del PSOE y JSA.

Durante el debate expliqué que el tema del asturiano no es una cuestión cultural sino social, de defensa de los derechos lingüísticos de aquellas personas que tengan en el asturiano su lengua vehicular. También mencioné, ante el argumento que el representante de Nuevas Generaciones del PP dio de que era necesaria la existencia de demanda, que no importa cuántas personas hablen el asturiano y que la obligación de un gobierno es velar por los derechos de las minorías sociales.

Además expresé mi desacuerdo con la acusación que se hizo de que se quería amordazar a las personas que hablan en asturiano cuando, por un lado, estaban varias sentadas en esa misma mesa de debate, cuando ejercen su derecho a manifestarse a menudo, y cuando son decenas de miles los estudiantes que eligen el asturiano como asignatura en los institutos.

Y por último, hete aquí la frase de marras, dije que uno de los problemas que tenían los grupos a favor de la oficialidá es la falta de liderazgo y de personas serias que defendiesen sus ideas. Este comentario venía a colación de un vídeo que se proyectó antes de iniciar el debate en el que aparecía la famosa "pita". Siempre lo he dicho, ver a una persona con un disfraz como ése al frente de una pancarta del asturiano resta credibilidad a lo que se pretende defender. Y creo que si hubiese personas que diesen una imagen de seriedad frente al movimiento a favor de la oficialidá podrían convencer a mucha más gente de la legitimidad de sus argumentos e, incluso, a muchas personas del PSOE. No utilicé, por cierto, la palabra "importantes" puesto que lo fundamental en un partido político es convencer a más gente sin que tenga que ver su supuesta importancia dentro del llamado "aparato".

Concluyo esta entrada dando las gracias a quienes vieron en mí al máximo representante del socialismo para este tema, y a mis amigos que siempre confiaron en mí, y a mi familia, mi perro (de nombre Trasgu), y a la Academia (la de la Llingua, claro, que en el curso de Asturiano que ha organizado el CMU nos ha regalado varios manuales a quienes nos apuntamos).

Nada más, seguiremos después de este año sabático bloguero escribiendo alguna cosilla.

lunes, 5 de enero de 2009

La mayor tragedia es que tienen mucho en común...

Pasando el rato por Youtube me he encontrado con una secuencia de mi serie favorita, El Ala Oeste de la Casa Blanca, que quiero compartir.

Si alguien tiene la oportunidad de ver la serie, lo recomiendo, y si además puede ser el segundo capítulo de su sexta temporada, mejor que mejor. Ya que en él se hace una adaptación muy interesante de la reunión del 2.000 en Camp David entre palestinos, israelíes y EE.UU.

sábado, 3 de enero de 2009

Bienaventurados...


Año nuevo, vida nueva. Aunque en mi caso no creo que haya ningún cambio importante y, por desgracia, tampoco creo que mis propósitos de enmienda, como el de tener más actualizado el blog, vayan a funcionar.

De todas maneras, y aunque ya poca gente se acuerde de este espacio, sí que quiero darle un impulso, más que nada para poner en orden mis propios pensamientos y reflexiones ante tantas y tantas situaciones que tienen lugar en nuestro planeta.

Mi deseo para este 2009 es el de un año de fatiga, de cansancio extremo en cada uno de nosotros y nosotras, y que éste sea a causa de nuestro trabajo en favor de la paz. Una paz que a finales de 2008 parecía más fragil a causa de, por un lado, la situación en Gaza y, por otro, el atentado de ETA contra los medios de comunicación en Bilbao.

El infantil y simplista dualismo establecido en base al "bien" y el "mal" no debería aplicarse con tanta facilidad en el conflicto palestino-israelí, y por desgracia lo esto escuchando bastante.

Acudí hace un par de días a una concentración-manifestación que tuvo lugar en Oviedo para pedir el cese de los ataques israelíes, pero aquello acabó con una serie de proclamas que parecían dar continuidad a la propaganda soviética que, en relación a Israel, existía durante los años de la Guerra Fría.

La historia de aquella zona es muy larga, repleta de enfrentamientos desde hace miles de años. La situación actual se alarga desde mediados del sigo XX.

Analizar la realidad que a día de hoy se da en Oriente Próximo nos llevaría a desenredar una madeja llena de nudos que nos arrastrarían hacia muchos años atrás.

Han sido muchos los momentos de máxima tensión provocados por ambas partes. La guerra de 1948 iniciada por los países árabes no fue lo que se dice un buen recibimiento por su parte hacia el nuevo vecino, Israel. Aunque la "mudanza" propiciada por la ONU tampoco resultó ser muy inteligente al ignorar la postura árabe frente a esa cuestión.

Tampoco la Guerra de los Seis Días fue una manera de arreglar las cosas, aunque desde ella Israel parece que cerró una mandíbula que se niega a abrir demasiado, por un miedo que es entendible pero con un recelo violento que no ayuda a encontrar soluciones.

Como tampoco han ayudado las Intifadas, ni el rechazo de Arafat en su día a las propuestas de Barak -aunque a día de hoy está actuando de forma irresponsable e intolerable- y Clinton en Camp David, en el año 2.000.

La pregunta de si fue antes el huevo o la gallina se eleva a la enésima potencia en este caso. Israel construye un muro ilegal que oprime a todo un pueblo sumiéndolo en la pobreza y en la falta de recursos básicos, impidiendo el tránsito de personas libres, y separando familias. A causa de ésto los palestinos deciden defenderse buscando la manera de romper con esa opresión mediante el uso de la violencia. Israel decide entonces atacar. Pero la construcción de ese muro, huevo o gallina, responde a una situación anterior inaceptable de ataques terroristas a Israel. Y esos ataques, también huevo o gallina, derivan de la ocupación de territorios absorbidos en periodo de guerra, de la Ley de Jerusalem, de la negativa israelí a reconocer el derecho de retorno de cientos de miles de refugiados palestinos y muchas otras cuestiones que no hacen más que adherise como pegotes de grasa al motor de la paz, dificultando su funcionamiento.

Aún con todo eso, hay elementos inaceptables en el comportamiento actual tanto de Israel como de los palestinos.

Israel ya no puede verse reflejada en la lucha de David, antes de convertirse en rey, con una honda frente al filisteo Goliat. Ahora David iría en tanques y aviones siendo otros quienes lanzan piedras. Israel debe frenar su ofensiva y permitir el acceso de ayuda humanitaria. Y debe asumir de una vez el Derecho Internacional.

Y Hamás debería renunciar claramente a la actuación terrorista para lograr sus objetivos, perseguir a quienes continuaran ejerciéndola, y dejar de oponerse a los Acuerdos de Oslo.

Por mucho que lleven decenas de años peleando, y por mucho que prolonguen esa lucha en el tiempo, lo único cierto es que seguirán siendo vecinos, estando uno al lado del otro. Por eso es básico que Israel pueda ser un Estado al que se le garantice y reconozca su existencia en paz, así como es irrenunciable, de otro lado, que se permita al pueblo palestino ser un Estado con territorios definidos.

En resumidas cuentas, la complejidad del asunto es mareante, pero si no se comienza por deslegitimar el uso de la fuerza de ambas partes no se podrá de ninguna manera mejorar la situación.


"Bienaventurados quienes busquen la paz, porque ellos serán llamados Hijos de Dios" - Mateo 5:9