martes, 23 de enero de 2007

Par de reinas del Partido Demócrata

El pasado mes de noviembre se celebraron en Estados Unidos elecciones legislativas. Un proceso electoral que concluyó con una contundente victoria del Partido Demócrata. Tan contundente como en principio inesperada para el Presidente Bush.

El resultado de esas elecciones fue el punto de inflexión en muchas cuestiones que desde entonces hemos podido observar, y de muchas otras que están por llegar hasta que tengan lugar las elecciones presidenciales dentro de dos años.

Hasta el pasado mes de noviembre la Casa Blanca gobernaba sin problema contando con la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado. La mayoría republicana en el Congreso venía de hace años, desde que los demócratas perdieron su control durante la primera etapa de presidencia de Bill Clinton. Aquél fracaso electoral produjo un terremoto político que trajo consigo el cambio de rumbo del Gobierno estadounidense.

La historia se repite, y ahora es el Presidente Bush el que tiene que contenerse ante el Poder Legislativo en varias cuestiones, la más conocida es la de la guerra de Iraq, pero no la única.

La persona que tiene encadenada a la Casa Blanca es la congresista Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes y, por ello, la mujer más poderosa de los Estados Unidos. En caso de que el Presidente del Gobierno no pudiera ejercer su cargo, y tampoco fuese capaz su Vicepresidente, sería ella la encargada de dirigir al país.

En Estados Unidos existe la teoría de que la periodo más importante y fructífero de los mandatos legislativos y ejecutivos corresponde a los primeros 100 días desde el comienzo de los mismos. Así que Pelosi ya ha marcado la línea de trabajo que los demócratas de la Cámara deben seguir, pero fue más allá asegurando que el cambio que iban a ocasionar sería en 100 horas aprobando seis medidas claves en su opinión.

No necesitó esas horas, consiguiendo aprobar las propuestas en sólo cuarenta y dos. La línea demócrata logró sacar adelante, entre otras, las siguientes medidas:

- Aumento del salario mínimo.
- Reducción de incentivos fiscales para la industria petrolera.
- Bajada en las tasas de interés para préstamos estudiantiles otorgados por el Gobierno Federal.
- Ampliar los fondos federales para las investigaciones científicas con células madre embrionarias.
- Ampliación de las inspecciones de los cargamentos que entran al país.
- Permitir al Gobierno negociar directamente con la industria farmacéutica rebajas a las recetas médicas para ancianos y jubilados que participan en el programa Medicare.
- La reforma de los reglamentos de ética que rigen la conducta de los legisladores y que, por ejemplo, prohíben ahora la aceptación de regalos de grupos de presión y restringen los viajes auspiciados por el sector privado.

Mucha gente de nuestro lado del Atlántico piensa que en EE.UU. no importa si gobiernan demócratas o republicanos, pero no es así. Las diferencias entre ambos partidos pueden llegar a ser muy pronunciadas en cuestiones como la del citado Medicare, la Seguridad Social, las políticas energéticas y medioambientales, la respuesta al fenómeno de la inmigración ilegal, los impuestos, y más.

Con toda esta batería de propuestas aprobadas los demócratas del Congreso han conseguido presentar un trabajo bien realizado de cara al Discurso del Estado de la Unión que tendrá lugar hoy día 23 de enero. Pelosi ha jugado eficaz y rápidamente para mostrar ante la sociedad estadounidense que el Partido Demócrata tiene ideas y puede aportar una vida activa al cuerpo legislativo.

Los retos que por delante se han marcado ya la Presidenta de la Cámara y el líder de la Mayoría del Senado, Harry Reid, son Iraq, Irán, Córea del Norte, Venezuela y Cuba, y el genocidio en Darfur. Será entonces cuando el Partido Demócrata deba hacer frente a la siempre frágil cuestión del posicionamiento en temas internacionales.

Toda esta labor planificada y ejecutada en el Congreso servirá de colchón para quienes se presenten a las presidenciales.

Hillary Rodham Clinton, esposa del anterior presidente de EE.UU., Bill Clinton, ha anunciado ya su intención de presentarse a las primarias del Partido Demócrata para ser su candidata a la presidencia. Desde hace ya muchos meses su nombre venía sonando con fuerza. Su discurso político, que iba haciéndose cada vez más potente y centrado en cuestiones Federales, y los movimientos de su esposo encaminados a la búsqueda de apoyos -sobre todo económicos- eran la pista. El buen resultado de Hillary en las elecciones de noviembre fue el espaldarazo. Desde entonces sólo quedaba saber cuándo lo haría público y, para ello, esperó a que fueran otros los que afirmaran sus intenciones de concurrir a las primarias. Ya son dos los candidatos fuertes que, anteriormente a Hillary, han declarado que se presentarán a las primarias. Por un lado, y como cabía esperar,John Edwards, candidato a Vicepresidente junto a John Kerry, y figura que era un buen complemento a éste pero que en solitario queda desenfocada. Y por otro, el que se dice es el primer político negro con posibilidades de ser Presidente de los EE.UU., Barack Obama. Respecto a Obama, Senador por Illinois, recuerdo que durante las elecciones que dieron su segundo mandato a Bush, justo cuando todo indicaba que Kerry no iba a poder acceder a la Casa Blanca, en la CNN ya había comentaristas que pronosticaban que Obama podría presentarse a las presidenciales de 2008 y hacer un buen papel.

¿La primera mujer Presidenta de los EE.UU.? ¿El primer hombre negro Presidente de los EE.UU.? El Partido Demócrata contará en sus primarias con dos figuras que en principio pueden hacer historia. Esto es a priori un punto a favor de ambos, una campaña electoral con cualquiera de ellos seguramente no se centrará en la anécdota del color de la piel o el sexo, pero porque ante la evidencia no hace falta insistencia. Todo el mundo sabrá qué significa que alguna de estas dos personas sea candidata a la presidencia, no hará falta hacer bandera de nada porque la sociedad estadounidense sabrá qué es lo que sobrevuela sobre el proceso electoral, siendo muchos los grupos de apoyo.

El punto débil de Hillary Clinton es la percepción que de ella tienen los y las estadounidenses. Es la típica figura pública que no admite sentimientos tibios: o la adoras o la detestas. En un país donde el voto de los indecisos puede ser determinante, que se presente alguien capaz de generar una fuerte polarización entorno a su figura puede ser un problema. Además, sus planteamientos acerca de la Sanidad, que en su momento Bill Clinton intentó llevar a cabo precisamente por insistencia de ella, fueron duramente criticados. Aún así sus posibilidades de salir elegida son altas. Su inteligente forma de moverse dentro del Partido Demócrata -buscando el centro y contentado a las corrientes internas con un poco de lo que a cada una le gusta- y el indudable apoyo que su esposo puede conseguirle juegan a favor de la Senadora. Sin embargo no resulta todavía una apuesta segura y ganadora.

Lo incuestionable es que desde las elecciones legislativas los y las demócratas llevan la iniciativa y están viendo con ilusión 2008, momento en el que pueden recuperar la presidencia estadounidense y que no resulta a día de hoy, y con ayuda de Bush, nada descabellado.

Entre la acción legislativa de Pelosi y el anuncio de Clinton, el Partido Demócrata inicia el juego con una pareja de reinas en su mano. Habrá que esperar cómo termina la jugada y si una de ellas, Hillary, se queda por el camino, pero por el momento está siendo suficiente para que los republicanos empiecen a temer por la partida.

2 comentarios:

Stewie Griffin dijo...

No soy experto en política americana, pero creo que el fracaso de los republicanos no se debe a un "giro a la izquierda", sino a un voto de castigo a la falta de resultados (al menos los esperados) en Iraq, al aumento del gasto público y al recorte de libertades en la guerra contra el terrorismo en lugar de aplicar de forma efectiva la doctrina de "llevarles la guerra a sus escondites y preservar las libertades en casa".

Solo espero que esa reaccionaria de clinton no consiga engañar a los americanos porque se ponga ahora una careta de centrista. (como tu mismo dices los democratas esperan imponer mas trabas, controles....)

"Aumento del salario mínimo", eso vamos a provocar desempleo y a joder a los hispanos que en la economia sumergida "ya estan bien"

"Ampliar los fondos federales para las investigaciones científicas con células madre embrionarias" más gasto público para investigación (política propuesta por el pp español) solo conduce a despilfarro , si EEUU dispone de los mejores investigadores del mundo ha sido por la iniciativa privada, lo de la investigación pública ya lo intentaron en la Unión sovietica.

"Ampliación de las inspecciones de los cargamentos que entran al país" no vaya a ser que nos cuelen drogas (¿cuantos americanos decentes estan hoy en la carcel por consumo o trafico?), productos que no han pasado el impuesto robolucionario del gobierno ni "sucios inmigrantes"

Todas estas intervenciones solo perjudican a la gente pobre que vera sus oportunidades de llegar a lo más alto reducidas (la clasica cuestión de millón, si el mercado libre favorece solo a los ricos, ¿por que hay tan pocos ricos liberales y tantos ricos socialistas?)

De todas formas las políticas de los burros se parecen más a las del "pp socialista light" que a las del PSOE. Gracias a Dios en EEUU no existe una socialdemocracia fuerte y el partido libertario ya es la tercera fuerza política por detras de los dos grandes partidos, (que no son monoliticos y gremiales como en España y se financian con dinero privado, como debe ser) sin contar que loa mayor parte de los ciudadanos son libertarios (¿herencia de la reagan revolución?).

De todas formas seguro que esto es solo falso optimismo, porque la tendencia natural en el primer mundo (el de los nuevos ricos que han olvidado de donde vienen y como han llegado a la prosperidad) es que el gobierno crezca y las libertades (y las oportunidades para los mas pobres)se reduzcan.

Stewie Griffin dijo...

O QUE HE ENCONTRADO: http://hospitalense.blogspot.com/2007/01/nidad-nidad-como-hicimos-siempre.html