Un pasito p'atrás.

Después de la bochornosa actitud que Mariano Rajoy mostró ante la sociedad española, hoy no le ha quedado más remedio que dar un paso atrás. Y hacerlo, además, poniéndose en ridículo.

Tras levantar el juez Del Olmo parte del secreto de sumario, demostrando la falsedad de la teoría que "El Mundo" nos quería meter en la cabeza, Rajoy ha dicho que lo da todo por aclarado. Este hombre, en primer lugar, otorgó a la información de "El Mundo" el grado de verdad universal, dándole un valor excesivo. Cualquier noticia que aparezca en ese periódico la agarra Mariano Rajoy como si fuera una de las tablas del monte Sinaí. No la puso en duda en ningún momento; es mucho más fácil creer que los cuerpos de seguridad del Estado son unos chapuceros y que alguien colocó una prueba falsa para que se dirigieran las líneas de investigación hacia el terrorismo islamista. Claro que sí, la solución no es que se haya podido equivocar (o engañar) un medio de comunicación, no, lo es que el Estado cuente con chapuceros y corruptos; el Estado que ellos mismos dirigían entonces, así que no sólo Mariano Rajoy se pone en ridículo ahora sino que también nos estaría diciendo que como dirigintes fueron unos inútiles.

Y, encima, una vez aclarado el asunto declara que era lo que él quería, que alguien le explicase qué ocurría. Es decir, se pone a remover en algo tan delicado como el 11-M, intenta causar duda en la sociedad, y lo arregla todo con un "Ah, bueno, ya lo he entendido, gracias por explicármelo". Muchas cosas necesitaría el señor Rajoy que le explicaran, como el sentido de la responsabilidad. Y a confiar también en la justicia y no interferir en el trabajo de la misma. También ha dicho que mucha gente debería aclarar las cosas que han dicho desde ayer... supongo que se refiere a personas como Pedro J. o Jiménez Losantos.

Están totalmente perdidos, viven alimentándose de mentiras y ya no saben qué hacer para dejar de ser ante la sociedad lo que siguen siendo. Se encuentran en un círculo vicioso, como no pueden admitir las falsedades que ya han dicho deben inventarse otras nuevas.