viernes, 12 de mayo de 2006

Triste madrugada del sábado.

La madrugada del sábado pasado hubo un suceso bastante triste en Oviedo.

Eran alrededor de las 4 am. cuando en la zona de la "movida" ovetense varias personas comenzaron a jugar con un balón. No es la primera vez que durante algún rato de la noche se dan patadas a un balón en esa parte de la ciudad. Al parecer hubo cristales rotos y, desde luego, mucho ruido. Un vecino de la zona llamó a la policía que acudió a la zona sorprendiendo a un chaval que estaba trepando hasta un balcón donde se había quedado la pelota. La policía identificó al joven y le detuvo. Quizá ese fue el fallo de la policía, detener a un chico que tampoco estaba haciendo nada realmente malo, podrían haberle identificado sin más y echarle una reprimenda. La cuestión es que toda la gente que estaba en la zona se alteró, y ahí empezaron los problemas.

Unos trescientos jóvenes comenzaron a gritar a pleno pulmón "Hijos de puta", "Con estos maderos hacemos lapiceros", "Gabino, jódete" -en referencia al Alcalde de Oviedo-. Protagonizaron una sentada alrededor de los coches de policía para que no pudieran moverse; intentaron sacar del coche de policía al joven detenido; comenzaron a lanzar botellas contra los coches policiales (en realidad lanzaban botellas a todas partes y fue una suerte que no impactaran en nadie) hasta romper la luna de uno de ellos. La policía al final detuvo a un total de siete jóvenes que ya están a espera de juicio.

Yo, la verdad, no daba crédito a lo que estaba pasando. Pero diferenciaría entre dos actuaciones de los/as jóvenes esa noche: una, la violenta y condenable, y otra la sentada alrededor de los coches de policía. La de la sentada me sorprendió porque era una respuesta pacífica a lo que consideraban -acertádamente o no- una injusticia y hacía contrapeso a la parte violenta. Ojalá haya sentadas más a menudo para todo aquello que no nos parece aceptable.

Pero, en el fondo, lo que evidencia este suceso es la problemática entorno a la "movida". En Oviedo este tema está a menudo en los medios de comunicación debido a las denuncias vecinales; el incumplimiento del cierre de bares en su horario; y el nivel de ruido. Desde hace tiempo, Juventudes Socialistas de Oviedo venimos advirtiendo de la necesaria actuación política que resuelva esta situación, y que no pasa necesariamente por una mayor represión. El concejal popular de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento dijo en el Pleno celebrado el lunes: "No fue ocio juvenil, son golfos y gamberros. Unos golfos estaban jugando al fútbol, se les cayó el balón a una ventana y se subieron a ella para recogerla. Los vecinos avisaron a la Policía y se organizó un altercado. No hay que tomar ninguna medida, más que apartar a los golfos y los gamberros del ocio juvenil". Esa no es una solución. Y no se puede simplificar la cuestión llamando "golfos y gamberros" a los cientos de jóvenes que estaban allí. Las respuestas que deben darse han de ser mucho más elaboradas, aunque quizá puedan resultar demasiado laboriosas para el equipo de gobierno municipal. Es necesario abrir un debate que implique a los/as jóvenes, las asociaciones de vecinos/as, la hostelería y el Ayuntamiento. Deben sentarse todas las partes y buscar soluciones que protejan el derecho de diversión juvenil y el del descanso vecinal. Además, debe apostarse de manera clara por el ocio alternativo que en nuestra ciudad está muy poco desarrollado.

En definitiva, las soluciones han de ser buscadas y propuestas entre todos y no impuestas a golpe de porra.

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