miércoles, 3 de mayo de 2006

Una conversación de opuestos.

Como ya dije en el anterior post, me encuentro bastante liado estos días así que vuelvo a disculparme por no actualizar este espacio más a menudo. Pero quería postear algo, aunque sea corto.

El pasado 1 de mayo, día de los/as trabajadores/as, me dirigía hacia la sede de la UGT en Oviedo para acudir a la manifestación que todos los años se celebra en esa fecha. De camino a ella me paró en un pequeño parque un hombre de unos sesenta años que paseaba a su perro. Me preguntó, en primer lugar, dónde era la manifestación, porque él había dado una vuelta por la zona de la UGT y no había visto a nadie "¿Significa eso un fracaso?" me preguntó. Y después fue cuando vino mi asombro al hablarme ese señor del peligro que corre España al tener tantos/as inmigrantes, puesto que no sólo nos quitan el trabajo y delinquen sino que además "algún día pueden gobernarnos si son muchos. ¡Pueden gobernarnos los musulmanes! Van a acabar con nuestra raza". Fue en ese punto cuando mi cerebro, por un segundo se dijo "tiene que ser una broma", pero no. Tras contestarle que a mí no me importaría la raza o religión de mis gobernantes siempre que sus ideas coincidieran con las mias, tuvieran respeto a la democracia, y su programa electoral fuera bueno, reculó. Cuando además le hice ver que los ambientes de marginalidad en los que se encuentran los/as inmigrantes es un caldo de cultivo para la delincuencia ya cambió por completo su idea y exclamó "¡Pues integrémoslos cuanto antes!", "En eso estamos" le respondí. En Oviedo, desde hace unos cuantos días, hay varias pegatinas de Democracia Nacional repartidas por la ciudad con el lema "Primero los españoles". Parece que se trata de una funesta moda.
Después de dejar atrás el tema de los/as inmigrantes vino el de las mujeres. Aquellas que leáis este post quizá os sintáis asqueadas. Resulta que estáis todas muy sueltitas, y que cuando os estáis enrollando con un chico tras otro lo que pasa en realidad es que estáis buscando a un buen esposo pero esa actitud vuestra os está pudriendo el alma. Eso sí, cuando tengáis esposo él puede ir a los "cabaretes" y echar una cana al aire, pero sólo si vosotras les acompañáis, debe tratarse de una actividad matrimonial. Le hablé de libertad sexual a ese señor, y me dijo que también la respetaba. Al final resulta que todo le parecía bien y mal. Claro, los gays y lesbianas tampoco pueden casarse.

En fin, se despidió de mí diciendo que ojalá lo que me dijo me ayudase. Yo también espero haber hecho lo mismo. Eso sí, la verdad es que ya me aburría escuchar y hablar con la gente que tiene mis mismas ideas, así que ojalá siempre existan personas que opinen lo contrario a lo que yo pienso para no aburrirme. Pero que esas personas sean minoría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jo chico, hay que ver que gente te encuentas por la calle! A mí sólo me para la yonki de la calle Jesús que me pide para chut... para desayunar.

De todos modos debo decirte, que el echo de que un señor mayor, hijo de otras épocas, otras Españas e incluso otros mundos, no me preocupa (la ley natural, elimina sabiamente estos escollos. Lo que me preocupó fué ayer una amiga profesora de Universidad, joven, y con conocimiento del mundo (al menos eso creía yo) que argumentó lo mismo que tu amigo el señor del perro respecto a los inmigrantes que nos quitan el trabajo a los españoles. El estupor fué tal, que me vi totalmente incapacitada para responderle coherentemente.
Es evidente que quienes estamos radicalmente a favor de una democracia abierta a todos y todas, estamos obligados/as a hacer más pedagogía.
Supongo que Blogs como este tuyo - que por cierto, me gusta mucho- contribuyan en algo.
Lucía A.